Sinaloa-sur-Seine

Me defino sinaloense y bohemio. Si debo añadir algo más, citaría a René Char: "Creo en la magia y la autoridad de las palabras".


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Caramelo de menta

Me siento cansado pero cuando salgo a la calle, el viento helado en la cara me hace tanto bien.

Helada, invisible, ligera, esa brisa ha de tener un alma, nadie se da cuenta que es ella la que barre con mil grises el cielo, desviste los jardines, vacía las plazas y discreta espera en los portales


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Ya se los dije antes

Ya se los dije antes:
Mi nahual quiere que escriba, que me abra el alma, que me saque las tripas y con ellas colgando en mis manos, sin morirme, les cuente de mis ayeres y mi avenir como un zahorí halla un venero, predice el futuro y advierte de huracanes cercanos. No sé yo si tenga ese poder de ver cosas; tengo, sí, el de recordarlas y volver a la playa del naufragio, al andén de desembarco.

En français, ça donne quelque chose comme :
Mon nahual veut que j’écrive, que j’ouvre mon âme, que j’enlève mes tripes et, en les tenant en main, sans mourir, je vous parle des jours d’hier et de mon avenir tel un sourcier qui trouve une source, prédit l’avenir et prévient des ouragans qui approchent. Je ne sais pas si j’ai le pouvoir de voir de telles choses; j’ai le don, oui, de m’en souvenir et retourner sur la plage du naufrage, sur le quai d’arrivée.


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Ilusão

J’ai découvert derrière la silhouette d’un cerisier nu d’hiver une estampe portugaise : une impasse en coude orientée vers le Nord-Est, vers moi. Des immeubles bas, plantés en équerre face à moi, aux façades blanchies à la chaux. Leurs humbles fenêtres, aux chambranles en bois et de taille irrégulière, ne s’illuminent jamais toutes. Ils se pourrait que derrière ces murs on n’entende que la langue de Camões.

À la lumière du jour j’ai pu me rendre compte que c’était un fantasme.


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Rue du Faubourg Saint-Denis

Hundiéndome entre las líneas del diario, no he visto siquiera si el Liberation era del día. Entre un sorbo de café y otro, pasaba las páginas, me llevaba un vasito de agua a la boca y echaba una mirada calle arriba o calle abajo. A veces me voy a otro mundo y desconecto de lo que estoy haciendo. Sorbo, página, mirada a la calle. Sin mirar levanto el vaso de agua; no sé en qué momento me había puesto a evaluar el peso, es algo que mi cabecita ya había hecho por mí sin que yo se lo pidiera. Sin mirar levanto pues el vaso de agua e inmediatamente me doy cuenta de que es más ligero de lo que pensaba.

Es una tontería, un hecho trivial que ocurre en una fracción de segundo.


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Tarde en la tarde

El sol llueve sobre los árboles
los empapa de luz
de las ramas gotean sombras que el viento arrastra.