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Ilusão
J’ai découvert derrière la silhouette d’un cerisier nu d’hiver une estampe portugaise : une impasse en coude orientée vers le Nord-Est, vers moi. Des immeubles bas, plantés en équerre face à moi, aux façades blanchies à la chaux. Leurs humbles fenêtres, aux chambranles en bois et de taille irrégulière, ne s’illuminent jamais toutes. Ils se pourrait que derrière ces murs on n’entende que la langue de Camões.
À la lumière du jour j’ai pu me rendre compte que c’était un fantasme.
Rue du Faubourg Saint-Denis
Hundiéndome entre las líneas del diario, no he visto siquiera si el Liberation era del día. Entre un sorbo de café y otro, pasaba las páginas, me llevaba un vasito de agua a la boca y echaba una mirada calle arriba o calle abajo. A veces me voy a otro mundo y desconecto de lo que estoy haciendo. Sorbo, página, mirada a la calle. Sin mirar levanto el vaso de agua; no sé en qué momento me había puesto a evaluar el peso, es algo que mi cabecita ya había hecho por mí sin que yo se lo pidiera. Sin mirar levanto pues el vaso de agua e inmediatamente me doy cuenta de que es más ligero de lo que pensaba.
Es una tontería, un hecho trivial que ocurre en una fracción de segundo.
Tarde en la tarde
El sol llueve sobre los árboles
los empapa de luz
de las ramas gotean sombras que el viento arrastra.
El otro, el extranjero
El otro, el extranjero, es siempre aquél que está aquí por malas razones.
※
He dejado de buscar, desear, perseguir, soñar, querer para ya no serlo en apariencia. Cuando aún tenía antojos (ganas, sueños…) alguien me dijo que no tenía nada que aportar.
Estoy aquí porque tuve una razón. He cambiado pero mi motivo sigue ahí. Me explico, mi motivo es como la fricción que causó ese fuego efímero en un fósforo, fuego que lo ha consumido, aún después de apagado lo ha transformado. La fricción en sí no ha dejado marca.