Sinaloa-sur-Seine

Me defino sinaloense y bohemio. Si debo añadir algo más, citaría a René Char: "Creo en la magia y la autoridad de las palabras".


Deja un comentario

Fisioterapia, Qi Gong y Moebius

Me apoyo en las dos muletas, me concentro, no es fácil las primeras veces. Sigo las instrucciones de mi fisioterapeuta, hay que descomponer el paso, es decir, efectuar conscientemente cada uno de los movimientos musculares componentes del paso:

Sentir cada músculo de la cadera a la rodilla y a la punta de los pies. Cuando la pierna está atrás, avanzar la rodilla despegando primero el talón del suelo e impulsarse en el paso con los dedos del pie. Sentir el tendón de Aquiles estirarse.

Al atravesar la rodilla el eje vertical, comenzar a extenderla, tengo que tocar el suelo con el talón, plantar el pie como si fuera una rueda.

Evitar a todo momento esfuerzos parásitos como levantar la cadera para ayudarse en el paso. El dolor inhibe ciertos movimientos y nos hace tomar estrategias para esquivarlo. Durante las semanas en las que los médicos me prohibieron apoyarme o pisar con la pierna operada levantaba la cadera, levantaba ligeramente el muslo para caminar a un pie y dos muletas. Al final, ahora que retomo la marcha bipodal, tengo que forzarme a evitar ayudarme con la cadera. La marcha normal no incluye ese movimiento, por eso es un esfuerzo parásito.

Recomienzo una y otra vez. Respiro. Expiro.
Hospital de Saint-Maurice

Involuntariamente pienso en los ancianos chinos que practican Qi Gong en el parque des Buttes-Chaumont. Sí, eso es. El paso debe ser fluido, el cuerpo entero debe acompañar el movimiento.

Machado mismo escribió «caminante, no hay camino, se hace camino al andar». Es una descripción del fluido de la marcha, del fluido de energía.

El Qi Gong es el cultivo de la energía vital, del Qi. Consiste en acordar o reunir respiración, movimiento y mente para meditar, estar en forma y sanar.

Debo aprovechar la energía cinética de mi cuerpo en acción, el primer paso es el más difícil, en los siguientes mi cuerpo ya está en movimiento, perpetuar el circuito de marcha cuesta menos.

A ojos cerrados separo el dolor de mi campo sensorial y aunque me sea imposible borrarlo, consigo ubicar con certitud su umbral. Divido el paso en sus componentes, mi respiración acompaña flexión y extensión, camino adelante, hacia atrás, mi ejercicio de marcha es una cinta de Möbius.