Sinaloa-sur-Seine

Me defino sinaloense y bohemio. Si debo añadir algo más, citaría a René Char: "Creo en la magia y la autoridad de las palabras".


2 comentarios

Piedra del sol

Pensando en ti quiero recordar un fragmento del texto paradigma de la poesía del México post-revolucionario
[…]
vestida del color de mis deseos
como mi pensamiento vas desnuda,
voy por tus ojos como por el agua,
los tigres beben sueño de esos ojos,
el colibrí se quema en esas llamas,
voy por tu frente como por la luna,
como la nube por tu pensamiento,
voy por tu vientre como por tus sueños
[…]

Octavio Paz, Piedra del Sol (fragmento)


Deja un comentario

Pipistrelle

La única farola del patio central de hospital parpadea toda la noche.

image

Una nube de insectos flota a su alrededor para mayor satisfacción de una pipistrelle.

Ese palabra francesa no es para mí nada más que el sinónimo de la alegría oportunista de un niño que atrapa al vuelo golosinas que caen de una piñata rota.

Así se comporta ese bicho, sus chillidos intermitentes suenan como risita de ladroncillo de poca monta.

Mi cigarrillo se acaba, se apaga. París brilla a lo lejos. Apenas se escucha el tráfico, un acúfeno me ha estado perturbando desde hace semanas. Será eso lo que quizás tomo por la voz del murciélago. Cierto es que en las breves noches se respira el calor de la estación, el cielo está claro y puedo ver Vega en el cénit.

La radio anuncia chubascos por la madrugada en Île-de-France. Tendré que cerrar la ventana. Qué calma, es lo mejor de estar junto a un bosque en plena ciudad.


Deja un comentario

Fisioterapia, Qi Gong y Moebius

Me apoyo en las dos muletas, me concentro, no es fácil las primeras veces. Sigo las instrucciones de mi fisioterapeuta, hay que descomponer el paso, es decir, efectuar conscientemente cada uno de los movimientos musculares componentes del paso:

Sentir cada músculo de la cadera a la rodilla y a la punta de los pies. Cuando la pierna está atrás, avanzar la rodilla despegando primero el talón del suelo e impulsarse en el paso con los dedos del pie. Sentir el tendón de Aquiles estirarse.

Al atravesar la rodilla el eje vertical, comenzar a extenderla, tengo que tocar el suelo con el talón, plantar el pie como si fuera una rueda.

Evitar a todo momento esfuerzos parásitos como levantar la cadera para ayudarse en el paso. El dolor inhibe ciertos movimientos y nos hace tomar estrategias para esquivarlo. Durante las semanas en las que los médicos me prohibieron apoyarme o pisar con la pierna operada levantaba la cadera, levantaba ligeramente el muslo para caminar a un pie y dos muletas. Al final, ahora que retomo la marcha bipodal, tengo que forzarme a evitar ayudarme con la cadera. La marcha normal no incluye ese movimiento, por eso es un esfuerzo parásito.

Recomienzo una y otra vez. Respiro. Expiro.
Hospital de Saint-Maurice

Involuntariamente pienso en los ancianos chinos que practican Qi Gong en el parque des Buttes-Chaumont. Sí, eso es. El paso debe ser fluido, el cuerpo entero debe acompañar el movimiento.

Machado mismo escribió «caminante, no hay camino, se hace camino al andar». Es una descripción del fluido de la marcha, del fluido de energía.

El Qi Gong es el cultivo de la energía vital, del Qi. Consiste en acordar o reunir respiración, movimiento y mente para meditar, estar en forma y sanar.

Debo aprovechar la energía cinética de mi cuerpo en acción, el primer paso es el más difícil, en los siguientes mi cuerpo ya está en movimiento, perpetuar el circuito de marcha cuesta menos.

A ojos cerrados separo el dolor de mi campo sensorial y aunque me sea imposible borrarlo, consigo ubicar con certitud su umbral. Divido el paso en sus componentes, mi respiración acompaña flexión y extensión, camino adelante, hacia atrás, mi ejercicio de marcha es una cinta de Möbius.


Deja un comentario

Cinq sept cinq

Café allongé,
s’il vous plaît, pas le temps
de vous dire pourquoi

Je me trouve encore
sans d’autre envie que celle-ci:
une douce amertume

Joie de nous revoir
par tous les temps, mon amie,
joie de te revoir


Deja un comentario

Ha muerto Don Juan Chávez

Temprano levantó la muerte el vuelo, 
temprano madrugó la madrugada, 
temprano estás rodando por el suelo. 
(Miguel Hernández, Elegía)

Don Juan Chávez en Bretaña, Francia

Este sábado 2 de junio Don Juan Chávez murió en un hospital de Morelia. Era la voz de la comunidad purhépecha de Nurío, Michoacán; era una de las personas más respetadas y sabias del Congreso Nacional Indígena. Fue un hombre recto, como el ala de su sombrero michoacano.

Era un hombre de la tierra; el 29 de mayo la muerte lo apeó de la troje que reparaba, la troje de su casa en la que se guardan los frutos de la tierra.

Me tocó conocerlo en Barcelona, a donde en ese entonces había sido invitado por compañeros solidarios de la lucha por la autonomía indígena en México. Recuerdo que iba a aprovechar ese viaje para ir al Archivo de Indias, en Sevilla, para consultar documentos coloniales y con ellos en mano tratar de resolver los problemas agrarios de su pueblo.

Don Juan fue invitado en varias ocasiones a Europa para hablar de las experiencias de lucha y de las dolencias de los indígenas en resistencia ante un auditorio de organismos internacionales y organizaciones de solidaridad y de defensa de los derechos de los pueblos indígenas; y sobre todo, con colectivos en lucha. En México, cuando el trabajo de la tierra se lo permitió y su comunidad se lo pidió, participó como delegado en muchas reuniones y encuentros organizados por el CNI o por organizaciones populares o indígenas como los zapatistas.

A su palabra clara y serena respondían oídos atentos, hablaba en nombre de los suyos y no en el propio, escuchaba activamente para transmitir el mensaje de quienes se lo encomendaban.

En París, en Barcelona, en Vicam, en Oventic, en Cheran, en La Garrucha, en su Nurío y en tantas otras partes, los que tuvimos la suerte de escucharlo o de que nos acompañara con su experiencia de la lucha diaria y de amor a la tierra lamentamos que se vaya tan pronto.

Descanse en paz, Don Juan.