Conejo de la luna, ¿qué haces en las noches de luna nueva? Silencio. No sabía qué era eso. No sabía, pues, que la vida contaba con episodios de ausencia y vacío.
Las preguntas agrandan la vida y el espacio. Empujan al horizonte más allá de las montañas, al día después del ocaso, a la madrugada después del crepúsculo, a la curiosidad más allá de la imaginación.
La curiosidad dicta mil leyendas al que bien la escucha.